febrero 03, 2009

Almas

Su piel era suave, más bien ¡Es! Suave, sus ojos profundos como los océanos y sus labios dulces como la miel. Cuando la vi caí en el vacío de su mirada, pero logré nadar en esos océanos, saciar mis manos con la suavidad de su piel y acariciar el dulce sabor de sus labios.

En ése momento nació otra mujer del cuerpo de la anterior, aún más hermosa y cálida. Pero lo que más me sorprendió es que su belleza era completa, y me lo manifiesta cada vez que me mira, me habla y que escribe esos maravillosos cuentos que enajenan mi mente.

Nació el alma de mi alma…

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Dedicado a Sagara en toda su perfección.

2 comentarios:

Sagara dijo...

Esa Sagara debe ser bakán... (jejejeje)


Muchas gracias bebo!! es lo más lindo que he leído =)

TAMTAMTAM

Sagara dijo...

ahhhhh sí, y no sabes el alivio que me dio leer el "es" corrigiendo al "era"


XDDDDDDDD